He puesto mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso.»
La Pepa
“Pepa Lumpen estaba muy averiada por los años. Ya no ladraba; y se caía al caminar. El gato Martinho se acercó y le lamió la cara. Pepa siempre lo ponía en su lugar, gruñendo y mostrándole los dientes; pero ese último día se dejó besar. Callada quedó la casa, vacía de ella. En las noches siguientes, Helena soñó que cocinaba en una olla que tenía el fondo roto, y también soñó que Pepa la llamaba por teléfono, furiosa porque la teníamos bajo tierra.”
__ Bocas del tiempo, E. Galeano
Ritmo bigotudo
Dibujos preparatorios para una breve animación. Reinterpretación, exageración y distorsión de instrumentos.
¡Prueba el Jazz con bigotes!